América Solidaria en Bolivia

miércoles, noviembre 29, 2006

Del cancionero de América Solidaria

Què lindo es ser voluntario
Victor Jara

No me vengas con la historia de la indolencia,
hace rato que te aguaito dándote vueltas.
Moscardón que pica y pica sin consecuencia,
se le acaban el zumbido y la lanceta.
Si la montaña no viene anda hacia ella,
las metas de Recabarren son las estrellas.

Qué cosa más linda es ser voluntario,
construyendo parques para el vecindario,
levantando puentes, casas y caminos,
siguiendo adelante con nuestro destino ¡sí!

Dale pala, campesino, dale al arado,
ahora son tiempos mejores pa' tus sembrados.
Dale martillo a la mina, dale minero,
dale más techo a las casas de los obreros.
Compañera, usted que endulza toda la tierra,
a los especuladores no les des tregua.

El rico se juega entero por su defensa,
confunde la democracia con la insolencia.
Para hablar de socialismo estudia a Lenin,
la revolución no es juego para burgueses.
Si la montaña no viene anda hacia ella,
las metas de Recabarren son las estrellas.

(1971)

La ley INRA, aprobación histórica, Marcha por el Territorio y la Dignidad

La ley INRA tiene como objetivos fundamentales: el permitir el acceso a la tierra que hoy por hoy se encuentra inequitativamente distribuida, a quien no la tiene o la posee insuficientemente, el de otorgar seguridad jurídica al poseedor de tierras, que actualmente es víctima de la más completa indefensión y sujeto a la extorsión y el avasallamiento; y el de garantizar el uso sostenible del recurso tierra, crecientemente degradada e inutilizada. Estos objetivos responden rigurosamente a la herencia de un pasado de administración de tierras caracterizado por la ineficiencia, el prebendalismo y la corrupción y a las necesidades presentes de la sociedad boliviana, que tiene en la explotación racional y sostenible de sus recursos naturales renovables, particularmente la tierra, una de las principales fuentes de crecimiento y desarrollo

La ley INRA representa un salto cualitativo en el país al reconocer el derecho de los pueblos indígenas y originarios de acceder a la tierra, no solo para lograr su sustento, sino para recrear su hábitat y su cultura, preservando la diversidad, la multietnicidad y la pluriculturalidad, que enriquece a la sociedad boliviana. Así mismo reconoce la inequidad existente y otorga el derecho preferente al campesino para recibir gratuitamente la tierra en dotación, al indígena la Tierra Comunitaria de Origen y al colonizador su parcela a valor concesional de 0.10 ctvos de boliviano la hectárea y sienta las bases para dar el salto cualitativo, que conduzca a las 600 000 propiedades campesinas a transformar su economía y salir de la pobreza.

son estos el tipo de inicietivas que más amenaza a quienes estan acostumbrados a tener campos ociosos de agrado, con cantidades inescrupulosas de hectáreas, es un cambio que significa además promover el desarrollo agropecuario del país. poniendo fin al latifundio en Bolivia. sin duda una lección, junto a los contratos del hidrocarburo para Chile y sus grandes tratados y programas sociales, que no apuntan a generar un cambio profundo en la cultura, ni muchos menos apuntan a ser de el nuestro un país más justo, donde nisiquiera existen leyes laborales que garanticen un trabajo digno, sino más bien se flexibilizan para bajar los índices de desempleo y aumentar el maltrato laboral. no olvidar que Bolivia aparece como el segundo país más pobre de latinoamérica y no quieres venderse más a la inversión extrangera.

Gabriel
Potosí, Bolivia

domingo, noviembre 26, 2006

SOROCHIPIANDO